Ha recibido muchos nombres diferentes según la época histórica, pero por encima de todos, los burgaleses la han conocido como plaza Mayor

Sin embargo, la de Burgos es totalmente irregular en su trazado y sus edificios no guardan relación unos con otros. Hasta los primeros años del siglo actual sí que tenía esa simetría, pero como tampoco se conoce a ciencia cierta cuando se construyó esta plaza, se piensa, según Gregorio Carmona, «que pudo ser en los albores del siglo XVI cuando comenzó el éxodo de los barrios altos a la parte baja de la ciudad» que coincide con su construcción.

Todo hace suponer que esta plaza es de aquella época. El primitivo nombre que tenía era el de Odrería. El nombre le viene porque en este lugar estaban establecidos los talleres del odre para el vino y el aceite. Más tarde se la conoció por plaza Real, Mercado Menor, y de la Constitución. La corporación municipal acordó darle este último nombre el 11 de noviembre de 1828.

destaca el Ayuntamiento construido a finales del siglo XVIII. La plaza Mayor de Burgos tiene una estructura irregular, amplia y porticada, donde se erige la escultura del rey Carlos III. Parten numerosas calles largas y estrechas, repletas de elegantes edificios decimonónicos, con sus galerías acristaladas.

También recibió el nombre de plaza de la República y plaza de la República Federal, volvió a llamarse de la Constitución, plaza de Jose Antonio y el más popular de todos la plaza Mayor.

En el centro de la plaza se levanta la estatua de bronce del rey Carlos III, iniciativa del comerciante Antonio Tomé, descendiente de los Liniers, muy agradecidos los privilegios y la protección recibida del rey. En esta plaza está la Casa Consistorial, sede del Ayuntamiento de Burgos. Es de estilo neoclásico. Su primera piedra se colocó el 15 de abril de 1875.

A la plaza Mayor se accede desde el Paseo del Espolón por los arcos del Consistorio; desde Sombrerería, desde la calle del Cardenal Segura, desde la calle Laín Calvo, desde la calle de los Herreros o San Lorenzo, desde la calle Almirante Bonifaz, desde la calle Entremercados y desde Carnicerías o El Hondillo.

La Isla recibió en sus primeros tiempos el nombre de Paseo de Lavadores, ya que en este emplazamiento se hallaban los lavaderos de lanas de los Tomé, una importante familia de comerciantes. El patriarca, Pedro Tomé González, fue todo un emprendedor en pleno siglo XVIII. Nacido en una modesta familia en Melgar de Fernamental, don Pedro levantó de la nada una próspera actividad industrial en el ‘trato de las lanas’, negocio que le convirtió en uno de los empresarios más destacados de la ciudad. Tras el fallecimiento de don Pedro, fue su tercer hijo, Antonio, quien se hizo cargo de la empresa. Llegó a ser toda una personalidad en la sociedad burgalesa gracias a la envergadura de sus industrias y a su influencia política como reformista ilustrado. Una anécdota: Antonio Tomé fue el donante de la estatua de bronce de Carlos III que preside la plaza Mayor de Burgos desde 1784, obra de Alfonso Bergaz y Domingo Urquiza.

 

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